lunes, 21 de marzo de 2016

Apicultura

      La apicultura es la actividad dedicada a la cría de abejas y a prestarles los cuidados necesarios con el objeto de obtener y consumir los productos de la colmena.

      En el año 2009 nos iniciamos en este arte. La inexperiencia inicial ha venido superándose paulatinamente en la medida en que hemos hecho la práctica y recibido en el lugar el asesoramiento de apicultores de experiencia y trayectoria.

      Hemos participado en cursos y talleres de  iniciación apícola nacionales e internacionales, como el ofrecido por Maria del Carmen García, experta apicultora representante de la Municipalidad de Mar Chiqita, Provincia de Buenos Aires. 

      Con la apicultura conseguimos auto-abastecernos de miel, polen y propóleo, como parte de nuestro objetivo de sustentabilidad. Tenemos la mira puesta en incrementar nuestra producción en el mediano plazo e incorporar otros productos de la colmena (como la cera) en nuestra productividad. 


TIPS SOBRE APICULTURA


       El principal producto que se obtiene de esta actividad es la miel. Sin embargo, hay muchos otros beneficios con la apicultura. Un beneficio indirecto producto de la actividad de pecoreo que realizan las abejas corresponde a la polinización que realizan estos insectos.

      Las abejas son insectos sociables que siempre viven agrupados en la colmena. 

      En una colmena hay tres tipos de abejas:

La abeja reina: La abeja reina tiene como función poner huevos de los que sale el resto de habitantes de la colmena, es de tamaño más grande que la abeja obrera, abdomen más alargado y con alas más cortas. Otra de sus funciones es la de segregar una feromona que mantiene unidos a todos los habitantes de la colmena. La producción de esta feromona disminuirá con la edad de la abeja, cesando entorno a los 4 años.

Las abejas obreras: Las abejas obreras cuentan con un gran número de efectivos en la colmena (20.000-60.000).  La abeja obrera se desarrolla durante un periodo de 21 días, sucediéndose 3 fases: huevo (3 días), larva (6 días) y ninfa (12 días). Una vez alcanzado el estado adulto, desarrolla diferentes trabajos en la colmena en función de su edad: los 3 primeros días limpian las celdillas, los 6 siguientes días segregan la jalea real, alimentan a las larvas y las mantienen calientes, a partir de los 10 días de vida acompañan a la reina y ventilan la colmena con sus alas, segregan cera, hacen la miel y construyen las celdas. Cuando cuentan con una edad de 19 a 20 días, vigilan la colmena para que no entren otros insectos y a partir de los 21 días salen al campo en busca de polen, néctar y resinas. El polen es depositado en una especie de canastillas a los lados de las patas traseras y el néctar en un buche previo al intestino. Con las resinas de los árboles elaboran el propóleo.

Los zánganos:  nacen de un huevo sin fecundar puesto por la reina ( partenogénesis) y reciben jalea real durante tres días después pan de abeja como las obreras. Tienen como función fecundar a la abeja reina y dar calor a la cría. No tienen aguijón por lo que no colaboran en la defensa de la colmena y no recolectan néctar ni elaboran miel. El zángano requiere 24 días para alcanzar el estado de adulto, pasando por tres fases: huevo (3 días), larva (5 días y medio) y ninfa (15 días y medio).

Productos de la colmena: Son variados los productos que se obtienen del infatigable trabajo de estos admirables himenópteros:

Miel, cera para la fabricación de candiles o velas de cera,  impermeabilización de maderas, cuerdas, cueros, telas, etc. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas técnicas de conservación, manipulación y mecanismos para su recolección también se ha comenzado a colectar el polenpropóleojalea real y veneno de abejas (apitoxina). También se ha elaborado a partir de la miel productos tales como crema facial, champú, acondicionador para el cabello y polimiel.

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