jueves, 16 de enero de 2025

El Hogar como escuela de consciencia

El hogar como escuela de consciencia.



La familia donde hemos nacido junto con el lugar donde hemos crecido, representan el escenario donde realizamos nuestro proceso de concienciación, fundamentalmente mediante dos mecanismos: concordia o fricción.

 Hay diversos factores que influyen en la consolidación de uno u otro mecanismo, sin embargo, en el ámbito de las relaciones, la afinidad vibracional es una medida física y metafísica que influye de una manera determinante. Como veremos en el capítulo 5, cada persona tiene un nivel vibracional que es la sumatoria de su estado físico, emocional, mental y su nivel de consciencia. Por lo que cada persona cuenta con una frecuencia vibracional única.

Cuando entre dos miembros de una familia hay frecuencias vibracionales cercanas (afinidad vibracional) suele darse un proceso de aprendizaje y concienciación mediante el mecanismo de concordia. Por el contrario, cuando entre dos miembros de una familia hay frecuencias vibracionales muy alejadas (disparidad vibracional) suele darse un proceso de aprendizaje y concienciación mediante el mecanismo de fricción. En ambos casos está ocurriendo un proceso de aprendizaje, pero la resultante en función de armonía o conflicto es obvia.

Es digno destacar que el mecanismo de fricción se observa con elevada frecuencia en las familias, por lo que la convivencia en el hogar es una gran oportunidad que nos ofrece la vida para sanar, madurar y evolucionar en consciencia “con el viento en contra”. Y es que, la vida sabe más que nosotros. Esto significa que no es casual que hayamos nacido en determinado lugar y en el seno de determinada familia. Esto es producto de una sabiduría esencial que expresa permanentemente un orden natural, un sentido de la vida, y cuenta con unos principios universales que nos plantean que nada es casual, todo es causal, todo tiene un sentido profundo en clave de nuestro proceso de evolución en consciencia. Esta es una de las razones por las que se observa con frecuencia relaciones familiares entre seres con disparidad evolutiva (disparidad vibracional), pues su propósito es generar condiciones de fricción que constituyan retos y desafíos para sus integrantes. Si se logran superar, impulsarán grandemente el proceso de concienciación. Si no se logran superar, la vida siempre nos dará otras oportunidades para realizar el mismo aprendizaje, con situaciones análogas, pero tal vez con otros personajes y en otros ambientes.  

Si deseas conocer más sobre este importante tema te ponemos las siguientes opciones a tu disposición: 

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